viernes, 17 de febrero de 2012

Marco Reus


CONTEXTO

El Borussia Mönchengladbach pertenece a esa clase de conjuntos que, partiendo de unas limitaciones evidentes, suele tender a adaptarse al equipo rival y anular sus virtudes por encima de someterlo mediante ataque posicional. La formación básica de ataque parte de un 4-4-2, en cuya base colaboran los 4 defensas y dos mediocentros. Es un equipo con un circuito de salida lento, que prioriza (a veces hasta el absurdo) no poner en peligro la posesión, pero versátil, con diversos automatismos para la salida, y con dos centrocampistas que sufren para encontrar el espacio donde recibir y darse la vuelta, lo que acaba llevando a las diversas ideas de salida a buscar el mismo objetivo: saltar la 1º línea de presión y conseguir posesión en el centro de cara a portería. Para ello, para dejar espacio por dentro, y dado que los centrales nunca pretenden salir con el balón controlado para generar ventajas, tanto laterales como volantes parten pegados a la cal, y se busca el apoyo rápido de espaldas tanto de un delantero, de los volantes, o del mediocentro que tenga más vuelo ofensivo. Al situar, generalmente, a jugadores de gran talento y juego interior en banda (Arango, Herrmann, el propio Reus), se produce un doble efecto, pues en ocasiones es el lateral quien está ocupando el espacio del volante, y el volante se mueve hacia dentro, generando otra línea de pase interior.
A pesar de esa salida lenta, que a veces abusa del balón horizontal por miedo a la pérdida, todo se acelera una vez el balón pasa de mediocampo, posiblemente por las pocas ventajas que esa salida es capaz de generar. El equipo rival no ha sido movido con velocidad, no está descolocado, y además el espacio para maniobrar es aún menor. Sin embargo el Borussia M. se desenvuelve bien en estas condiciones. Cada combinación, cada llegada de 2º línea es dañina, y con una salida medianamente limpia, haciendo recibir a los jugadores adecuados de cara, se consigue hacer correr hacia atrás al rival.
El equipo está blindado contra la pérdida, en cada robo de balón el rival se encuentra con hasta seis futbolistas por delante de forma constante, y por lo general tiende a ser presionado en los momentos posteriores al robo y en los primeros pases, siempre con el objetivo de evitar transiciones fáciles y peligrosas. En el juego sin balón no me extenderé demasiado: si el rival supera la 1º presión satisfactoriamente, las líneas se retrasan. Suelen defender ataques posicionales con 7 u 8 jugadores tras balón, con líneas muy juntas, y bastante amplitud, asegurando el espacio entre centrales y mediocentros. El espacio que el rival pueda encontrar de primeras está en este caso localizado entre el balón y la línea de centrocampistas del Borussia, pero no entre las líneas rivales.
Como dato extra,  los partidos del Borussia M. suelen tener su cuota de pausa y de infraexcitación. Los de Favre no contraatacan de forma directa salvo que se consiga ganar mucho espacio con un 1º/2º pase relativamente seguro, y tampoco gustan de conceder contraataques claros al rival, con lo que los partidos acaban entrando en un bucle de ataques posicionales en los que es ciertamente difícil superar a este equipo.

CAPACIDADES FÍSICO-TÉCNICAS

Marco Reus (1989), una de las grandes sensaciones de la Bundesliga, y futuro jugador del Borussia Dortmund,  es un futbolista diestro, 1.80 de estatura, y de complexión menuda. De hecho, su imagen engaña al ojo, curiosamente compartiendo ciertas características físicas con su casi-compañero de generación del Real Madrid, Mesut Özil. A pesar de esa constitución delgada, sus condiciones atléticas son magníficas: velocidad endiablada, capacidad para mantener la potencia en carrera, y para ‘bajar marcha’ y recuperar el aliento tras esfuerzos explosivos. Extremadamente ágil, Reus necesita poco espacio para acelerar en conducción. Es precisamente esa una de sus más potentes armas: la conjunción de velocidad con habilidad para mantener el balón controlado.
Técnicamente es un futbolista notable, que cubre un rango amplio de acciones técnicas (primeros contactos, control orientado, ejecución de acciones que requieran talento técnico en carrera, acierto en el pase...) que no llega al sobresaliente porque presenta cierta irregularidad en esta faceta, y es que con asiduidad comete errores de ejecución que no responden a la dificultad de la acción, sino al  “plus” técnico que le falta, y que lo coloque al máximo nivel. Con la izquierda, su pierna mala, golpea cuanto menos, mejor.  Preparado para desbordar en seco y en carrera, su rango de pase no es exagerado pero sí tiene talento para ofrecerlo con cualquier superficie del pie. Lo combina con una visión periférica notable: no le cuesta encontrar compañeros a los que ofrecer el pase, por muy difícil que sea la ejecución. Pese a tener gol, y sobre todo a generar un ingente número de ocasiones por partido, aún está por afinar su técnica de disparo, y su finalización en 1vs1. Por último, a balón parado no tira faltas directas, pero sí saca córners y faltas laterales con peligro.

TIPOLOGÍA DE JUEGO

Desde el punto de vista del esquema, podemos decir sin equivocarnos que es uno de los futbolistas que más variedad de posiciones ha ocupado. Hemos podido ver a Reus jugando como volante derecho, izquierdo (permutas in-game o desde el planteamiento), por el centro detrás de los delanteros, sobre todo bajo marcadores negativos, y en cualquiera de los dos puestos de delantero (2º delantero haciendo más funciones de apoyo, o punta de lanza). En cuanto a zonas, no se puede sino decir que no hay prácticamente ninguna en la que no haya intervenido, aunque habitualmente de la misma forma: tirando la diagonal fuera-dentro, con y sin balón.
Lo más característico de Reus, lo que lo define como jugador, es su verticalidad. Hablamos de un jugador muy directo, impulsivo, que tiene constantemente en la cabeza percutir la defensa rival. Esto lo manifiesta no sólo con balón, sino que sus movimientos respecto al mismo cuando no está en su posesión buscan, más que ofrecer un apoyo horizontal y recibir de cara,  ganar espacios por delante del balón para el propietario del mismo, en una maniobra mitad de fijación, mitad de ruptura buscando el balón al espacio, dependiendo de si está en lado fuerte o lado débil respectivamente. Súmele un excelente gusto para elegir el momento justo para ejecutar este desmarque que da como resultado un futbolista súper exigente para con la defensa rival.
Esta verticalidad, de todas formas, no debe ser entendida como un talento puramente individual. En carrera no se obceca con el balón y busca aliados para salir en combinación, teniendo muy presente golpear a la defensa rival, consiguiendo versatilidad y profundidad suficiente como para ser considerado un futbolista, cogiendo prestado un término más típico del baloncesto, capaz de “crearse su propia jugada”, desde la acción individual o la asociación. Posee un timing muy bueno para soltar el balón en el momento justo, haciendo valioso el arrastre de defensas rivales; por situar un ejemplo identificable, parecido al automatismo Messi en el Barcelona, conseguir que la línea defensiva te mire sólo a ti para ponerle el balón a un futbolista que rompa por lado débil.
A pesar de todo, existe cierto poso de horizontalidad, de decisión sobre los tiempos en el futbolista, que nos hace pensar en potencial para desarrollarse además como futbolista de pausa, capaz de sobrevivir en el sector central del campo rival sin priorizar la búsqueda de profundidad.



EXTRA
Reus en el Borussia Dortmund 
(por Miguel Quintana)

El Borussia Dortmund, por definición, no es un equipo de contragolpe. Sin embargo, si se tuviera que simplificar el brillante juego del actual campeón de la Bundesliga se recurriría a los términos de velocidad y llegada. Dos adjetivos característicos de los equipos cuya génesis se vincula a la transición ofensiva, caso del Borussia Mönchengladbach. Dos adjetivos que se vinculan al jugador que les unió, Marco Reus.
La idoneidad del fichaje no se queda en la aparente sintonía entre las cualidades de la joven perla germana y su nuevo club. El Dortmund nace, crece y se reproduce en la banda derecha, pero, al igual que la Alemania de Löw, muere en la izquierda. El interior de posesión –otrora Sahin– se acomoda en la derecha, Kagawa recibe el pase orientándose al mismo costado donde Götze, el jugador con más talento del equipo, recibe con más facilidades de las deseadas por el entrenador rival. Con todo el oponente girado y basculado, Mario encuentra un carril –y medio– totalmente liberado para que Grosskreutz o Lewandowski finalicen la jugada demostrando que la asimetría también es bella.
¿Se imaginan a Reus actuando por este carril –y medio–? ¿Se imaginan lo equilibrado del ataque borusser? ¿Se imaginan lo que sumaría un jugador con verdadero gol como él a un equipo  cuyo espíritu, salvo en el caso de Kagawa, adolece del arte más letal del fútbol? Jürgen Klopp sí. Mario Götze también.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Ricky Álvarez


CONTEXTO

Vélez 2010-2011 es un colectivo muy particular. Acostumbrado, tal vez, a la cada vez mayor tendencia de los grandes por acaparar balón buscando una organización posicional que garantice potenciales segundas jugadas o transiciones ofensivas inocentes del rival, resulta extraño ver a un equipo (campeón) que no opte por ello. Vélez, 4-3-1-2 de base para empezar, se caracteriza por una base de la jugada en peligro de extinción para un equipo aspirante. Los centrales, generalmente sin rol específico en la salida, juegan tras una base de 2 centrocampistas por detrás de balón, mientras que por delante las líneas de pase se activan constantemente.  Ésta es una de las principales señas de identidad del equipo: el movimiento respecto al balón es continuo, y los automatismos muy marcados: no hay pase, de mediocampo hacia delante, que no conlleve el movimiento del pasador hacia espacios limpios, tenga el rol que tenga. Vélez aprovecha estas líneas de pase y convierte su fase ofensiva en un festival frenético de rupturas (también a la última línea defensiva) y diagonales, y no permite un segundo de respiro a los centrales rivales. La velocidad a la que se mueve el balón, en consencuencia, es altísima. Esta forma de jugar se congela un poco contra equipos que planteen defender mucho tiempo en estático, cerrando espacios entre líneas e impidiéndoles correr.
En muy pocas ocasiones Vélez opta por la pausa. El cambio de orientación es muy pocas veces la opción escogida, y el equipo vuelca con asiduidad los desmarques de ruptura y el balón hacia el lado izquierdo, pues es allí donde más talento aglutina el equipo. Con todo, es un colectivo que arriesga bastante en la transición ataque-defensa: la solidez de las líneas, pese a estar adelantadas, depende mucho del tipo de pérdida y del retorno de los futbolistas. Tras la pérdida, Vélez no mueve sus fichas de forma instantánea hacia atrás, y presiona al portador del balón intentando provocar transiciones ofensivas sucias, evitando que el rival reciba de cara a portería y buscando despejes que le vuelvan a hacer ganar la posesión del balón. Si la presión surte efecto, con los centrales casi en línea de mediocampo, la recuperación se vuelve tarea fácil. Pero si esta presión es superada y el rival sale con balón controlado, espacios, y de cara a portería, Vélez se ve obligado a replegar hasta la línea de área propia, aunque suelen resolver atrás con cierta solvencia.

CAPACIDADES FISICOTECNICAS

1,88, 84 kilos de peso, buena planta y gran envergadura, ha llegado a ser comparado con Kaká, algo que es comprensible desde un punto de vista estético, pues tiene exactamente el mismo lenguaje corporal. Físicamente es un toro, veloz y de gran zancada, capaz de cubrir grandes cantidades de terreno a lo largo de un partido. Llama la atención su buena disposición para la conducción: rápida con balón y no necesariamente exigente, pues a la vez que deja atrás rivales por potencia, también es capaz de ejecutar otro tipo de acciones en movimiento (pase o regate). Pero no se queda ahí: Ricky Álvarez también es un jugador muy difícil de tumbar, lo que otorga a sus conducciones un punto más de dificultad para el marcador.
Zurdo, no cerrado, pero al que ponen en un aprieto si le cierran el lado izquierdo. Dotado técnicamente, especialmente buenos primeros contactos (uno de sus recursos preferidos es el control orientado), tiene rasgos técnicos semejantes a aquellos futbolistas encuadrados en el grupo de grandes mediapuntas: buen último pase, capacidad para resolver con éxito jugadas en espacios cortos, gran capacidad para asociarse al primer toque y dar continuidad a la jugada, y esa habilidad tan poco reseñada, para recibir, darse la vuelta y formar de cara a portería. Su disparo es potente, aunque no se trata de un jugador que disfrute de muchas oportunidades de gol. Por el contrario, es buen centrador y generador de caos en el área rival. Su rango de pase no es tan amplio como el de un interior-mediocentro como los dos jugadores que le anteceden en el blog; no pondrá pelotas de 50m al pie del receptor en movimiento, pero cubre una buena cantidad de campo.
Defensivamente, en lo puramente técnico no es un gran defensor. Sí es cierto que tiene planta, que puede ganar balones de cabeza (más por estatura que por salto o timing), y que su recorrido le hace ser un activo más con el que contar tras balón, pero su técnica defensiva es muy pobre, no tapa bien las líneas de pase y sale con cierta facilidad al tackle.


TIPOLOGIA DE JUEGO

Quizá lo más sorprendente de Ricky como futbolista en Vélez es su posición, y su zona de influencia. La comparación con Kaká tiene sentido en cuanto a ciertas características explicadas en el apartado anterior, pero no se trasladan al campo a la hora de comparar roles. Pese a que Vélez suele jugar con un teórico 4-3-1-2, en la práctica, la base de la jugada está formada por 2 futbolistas: Zapata, ejerciendo de ancla, y Ricky Álvarez, cuyo rol se asemeja más al de un box to box, orientado casi siempre hacia el lado izquierdo (pese a que en determinados momentos, y debido a bajas, también ha ocupado el costado derecho y la mediapunta). Recibe cerca del centro del campo, y gana metros mediante combinación o conducción –independientemente de que se encuentre a 50 metros de portería-  hasta que su influencia alcanza hasta línea de fondo. El propio Ricky ve potenciada esta versatilidad gracias al apoyo de Papa en el lateral izquierdo: la sociedad entre ambos consigue fácilmente ventajas (traducidas en metros) combinando al más puro estilo Vélez 2010-2011: apoyo y movimiento hacia el espacio libre.
 Partiendo por detrás del balón en fase ofensiva, Gareca se asegura, en cuanto a Ricky, sobre todo el “no estar para llegar”, darle un espacio enorme para que acelere la jugada desde donde quiera, y participación directa en segundas jugadas recibiendo de cara (y en esto hay que incluir las jugadas a balón parado, en las que nunca participa directamente, sino que se sitúa en la media luna de la frontal). Pese a no encajar totalmente en el papel de interior creativo, decisivo en la elaboración de la jugada, es el único jugador del centro del campo de Vélez con sentido del ‘tempo’, el que aporta pausa en el centro del campo cuando es necesario. En las contras es un activo importantísimo. Si su conducción-regate ya es diferencial para batir al marcador y acelerar la jugada en ataques estáticos, a campo abierto se convierte en un peligro al que los espacios facilitan mucho la toma de decisiones. Su entrenador da pie a que se produzcan estas situaciones en balones parados en contra situando a Ricky, al igual que cuando la jugada es a favor, en la frontal del área propia. En la presión cumple los estándares del equipo: en el instante de la pérdida, no importa si fuera de posición o no, se irá a por el rival si es el futbolista más cercano al balón, y si no, mantendrá la posición buscando balones sueltos. Como miembro de la base, Álvarez tiene la obligación de permanecer tras balón en fase defensiva. Eso significa que, si el equipo rival sobrevive a la presión tras pérdida de Vélez y gana metros, Ricky se encuentra con facilidad en la obligación de hacer un esfuerzo físico para retornar a su posición de inicio. 

viernes, 2 de septiembre de 2011

Josh McEachran


CONTEXTO

Josh McEachran es el jugador, proveniente de la cantera del Chelsea, que, seguramente, más opciones tenga de llegar a la élite. Se trata de un centrocampista de la generación del 93, campeón de Europa sub17, y que ha ido quemando etapas en las categorías inferiores del club londinense con una rapidez inusual, llegando a jugar su primer partido en juveniles con 13 años —si bien es cierto que no llegó a jugar con asiduidad hasta los 15—, y terminando por debutar en el 1º equipo a los 17. Ancelotti lo pegó a la base de la jugada, y en poco tiempo, tras un muy destacable partido ante el Newcastle en Carling saltó a la fama. Pero el Chelsea de Ancelotti era un equipo ramplón, feo, y al que, además, se le hacía cuesta arriba competir.

Así llegó André Villas-Boas del Oporto, última generación de entrenadores del pujante fútbol portugués, tras firmar una temporada maravillosa en Portugal. Y aterrizó dispuesto a implantar una filosofía distinta a la arquetípica que había acompañado al Chelsea anterior. Arquetípicamente, el gran Chelsea era un equipo caracterizado por su agresividad en las transiciones, al que añadía un potencial físico sin igual. Villas-Boas ha decidido que este Chelsea no funcionará así.
Al contrario, este Chelsea ha dejado de correr, y ha transformado su transición ofensiva en un fútbol de posesión, con tempos lentos, casi antinatura para los futbolistas que suelen formar el 11 inicial. Por medio de una pausada organización colectiva con balón, se busca un ataque de calidad que conlleve poco riesgo en la transición defensiva. Pero esa  posesión necesita de futbolistas versátiles, capaces de aportar en banda y/o por dentro, y el Chelsea de Ramires o Malouda, sin inventiva pero con recorrido atrás-adelante, solo genera a partir de la cal, y vaya que si se van para allá. Mata y Meireles, junto al movimiento dentro-fuera de Torres en la delantera, produciendo sin balón (generación de espacios) y también con él (explotando ,  son los futbolistas llamados a limar estas asperezas que no terminan de casar con lo que quiere Villas-Boas.
Si la pérdida no es de calidad, se dificulta el trabajo defensivo. El Chelsea de AVB es un equipo con alma de presión en estático, pero al que la mala pérdida y la poca exigencia de su transición defensiva le obliga a replegar de forma profunda. Esto vuelve a repercutir en la transición ofensiva: el robo se produce demasiado atrás: la posibilidad de hacer daño rápidamente, se reduce.

CAPACIDADES FISICOTECNICAS

1,78, 66 kg de peso, es un futbolista de físico tirando a enjuto. Son 18 años y aún está por formar, su tiempo en la élite ni siquiera ha comenzado, pero ahora mismo es un chico que suma a esas pequeñas dificultades  de adaptación, un físico justito. No es un futbolista potente ni veloz —tampoco es capital en su estilo de juego— pero sí sale en conducciones con buen manejo de pelota. Zurdo muy cerrado, aunque en los últimos meses se ha acostumbrado a expandir su rango de acciones con el pie derecho, resulta extraño a la vista verle ejecutar cierto tipo de controles con la izquierda que, por naturaleza, se deberían hacer con la diestra. Precisamente esta tendencia hacia la izquierda, que maneja con soltura con interior y exterior, le cierra posibilidades a la hora de llevar a cabo ciertas acciones, como regates, o conducciones. Su gran punto fuerte es el pase: su rango es  muy amplio, y va desde combinaciones en corto (también al primer toque, y en movimiento) hasta cambios de juego de 50m al pie, pasando por el último pase, que puede ejecutar con un timing envidiable cerca de la frontal o en transición ofensiva, desde lejos, buscando un desmarque profundo. No sufre con ningún tipo de primer contacto, y aunque no es un gran regateador en movimiento, sí tiene cierto cambio de ritmo, y es un zafador que podríamos denominar creativo: giros sobre sí mismo, amagos con el cuerpo, pisando la bola... su repertorio es amplio, pero lo sería más si le obligaran a trabajar más en su pierna derecha. Buen lanzador de balón parado, mejor centrando que disparando. No es un jugador con excesivo gol, ni se distingue por un disparo muy potente.

TIPOLOGIA DE JUEGO

Una descripción rápida y al vuelo: el jugador inglés más ‘latinizado’ que ha salido en los últimos años a la palestra en la élite, tiene tics de mediocentro argentino, como el mover la pelota por toda la defensa apoyando por delante hasta encontrar la salida válida, o su más usado recurso, que es el pase en corto, casi “Xaviesco”, hacia el compañero más próximo.  Los distintos entrenadores que ha tenido lo han situado en muchas partes del mediocampo, desde el mediocentro hasta la mediapunta, coronando el triángulo de centrocampistas en 4-2-3-1, pasando por interior en 4-3-3 y volante izquierdo en 4-4-2. La impresión es la misma: la influencia de McEachran en el juego es mayor cuanto más involucrado está en la base de la jugada. El mismo futbolista, aún cuando se le supone posicionado por delante del balón,  tiende a apoyar la salida de pelota recibiendo de cara a portería rival. Es su naturaleza. Llama la atención la ejecución: McEachran parece un jugador extrañamente frío y confiado, y no olvidemos que no llega a los 20 partidos en Premier League.


Esa costumbre de apoyar al compañero es una de sus señas: procurando limpiar su línea de pase sin balón, McEachran es capaz de asociarse en paredes rápidas que atraviesen líneas con facilidad. Sin embargo, su gran punto fuerte es la elaboración, y la organización del equipo a través del pase: dónde y cómo enviar la pelota de forma que la pelota siga fluyendo y la jugada continúe. Domina los espacios respecto de sus compañeros en situaciones de 4-3-3, jugando como interior o como mediocentro: pase y movimiento, dónde ir a apoyar,  cuándo están sus compañeros en una buena situación para recibir, o a qué distancia se debe situar respecto de los centrales. Arriba, en la frontal, ese espíritu continuista sigue existiendo: Josh es un ‘pass-first’, no pertenece a la clase de futbolistas que ruegan por un espacio para armar el disparo. En vez de eso saca a relucir su gama de recursos: pared hacia dentro, mover la pelota por el frente o hacia la banda,  o, sobre todo si existe espacio tras la defensa, el clásico último pase. Sin llegar a ser un especialista, no se maneja mal en espacios pequeños. No pasa por ser excesivamente llegador, en realidad es la propia inercia del ataque colectivo de sus equipos la que hace "inevitable" que Josh se pasee a menudo por la frontal. Atrás, pasa a ser un futbolista más discreto, aunque sí es cierto que su ocupación de los espacios es óptima, no es un futbolista difícil de superar, y su carencia de condiciones físicas adecuadas le lastran ante rivales más potentes (con mejor cambio de ritmo o más cuerpo).
Por último, mencionar que el paso a profesional le está costando, hablando en grande, un poquito, pese a que ya ha firmado algún partido memorable con la camiseta del Chelsea, sobre todo a nivel técnico: errores que no debería tener, pero achacables al cambio radical de jugar a un ritmo notoriamente superior, contra rivales mucho más exigentes.

EXTRA: MCEACHRAN EN EL CHELSEA DE AVB

Habiendo dejado claro que Villas-Boas quiere la pelota para el Chelsea, lo que McEachran aportaría sería calidad técnica e inteligencia a la base de la jugada: capacidad para batir línea en pase, continuidad, velocidad y fluidez al balón en el centro del campo y ese último pase a la espalda de los defensas que tantas veces, y en tantas situaciones ha recibido en su carrera Fernando Torres. Es de estimar que con Raúl Meireles acompañando, y Juan Mata por delante, el juego interior mejore, el ataque sea de mayor calidad, y así sea consecuentemente la pérdida, forzando a un retorno más asequible a nivel físico y posicional. Aún así, McEachran sigue siendo, a día de hoy, un riesgo a nivel élite, sobre todo a nivel defensivo. A la espera de comprobar cómo se desenvuelve un Chelsea con Mata y Meireles, McEachran aún es un futbolista al que no favorecen del todo las condiciones ajenas, que en principio no soluciona de forma radical ninguna debilidad colectiva manifiesta, y por el que merecerá la pena apostar minutos en partidos de relativa poca importancia, pues el centro del campo de la selección inglesa tiene su nombre reservado desde hace tiempo.

domingo, 21 de agosto de 2011

Nuri Sahin

CONTEXTO



El Borussia Dortmund 2010-2011, además de campeón de Liga, fue fácilmente el equipo más atractivo del campeonato, partiendo de un conjunto jovencísimo, con un núcleo formado por futbolistas de entre 18 y 23 años. Además de esta apuesta por chavales, Klöpp diseñó un equipo polivalente, con preferencia por ordenarse en base a la posesión de balón, pero al que no se le caían los anillos por plantear un partido con líneas más atrasadas, y dándole la pelota al rival. El 4-2-3-1 inicial, al replegar, se transforma en un 4-4-1-1, con los dos atacantes de banda prácticamente en la misma línea que los mediocentros.

El equipo parte de dos defensas centrales, Hummels y Subotic, altos y con buena salida de pelota, en especial Hummels. Es importante remarcar esta habilidad, pues ninguno de los dos tiene problemas en salir en conducción hacia zona de mediocentros si el 1º pase no está claro, un movimiento que habitualmente se nos trata de vender como desesperación de la defensa, cuando en realidad es un recurso más para facilitar la salida de la pelota, y con el que no muchos equipos cuentan. Los laterales, habitualmente Schmelzer y Piszczek tienen virtudes útiles en determinadas situaciones (llegada al espacio en lado débil, cierta capacidad para asociarse), pero cumplen un rol claramente secundario. Dos mediocentros, Sahin y Bender, en los que nos centraremos en el apartado Tipología de juego, que dan fluidez al balón, y 3 hombres por delante: en el caso ideal, Götze en la derecha, Kagawa en el centro, y Grosskreutz por la izquierda, pero en la realidad, Kagawa se lesionó en Enero, y Klopp ha trabajado con diversas combinaciones, sustituyendo la baja del japonés con Lewandowski, Götze o Kuba. Considero importante hablar sobre esto, porque Kagawa completaba el tercer vértice del triángulo que forma junto a la pareja de mediocentros, y su papel en la base de la jugada era vital, pues recibía el pase de Bender o de Sahin y a partir de esa acción se generaba la jugada, ya sea dándose la vuelta o devolviéndola a los mediocentros para que jueguen de cara. Götze es, en pocas palabras, un candidato muy claro a aparecer en este blog. 19 años, bajito, muy dinámico, regate en corto, en largo, especial habilidad combinativa… Un diamante. Grosskreutz pone ‘la nota más discordante’: en un equipo especialmente bonito, él es el futbolista más ‘feo’, más tosco. No es un gran talento, pero tiene recorrido, es potente físicamente y su rendimiento suele ser bueno.  Arriba, el fenomenal Lucas Barrios, delantero de inteligentísimos movimientos de espaldas a portería, que siempre ayudan a continuar la jugada, y en ocasiones ofrece la prestación adicional de permitir al Borussia adelantar líneas tras una jugada o un balón parado rival. Todos ellos conforman un equipo caracterizado por su eclecticismo estratégico, que en sus mejores momentos giró, con balón, alrededor de Sahin y de Kagawa , y que acompañó a la lesión del japonés con una pérdida de brillo que sólo recuperó, a ráfagas, gracias a Mario Götze.




CAPACIDADES FISICOTECNICAS


1 metro 80 centímetros, con un físico del que se podría decir que no es determinante, ni para bien ni para mal. Su potencia de salto no le da para ganar balones aéreos con regularidad, algo que puede llegar a ser importante para un mediocentro. Se puede decir que es un tipo difícil de superar en el 1v1,  Siendo claros, hablamos de un centrocampista cuyo punto fuerte es el manejo de la pelota. Sahin será determinante con balón, y como suele suceder en estos casos, es justo decir que es un futbolista de gran nivel técnico. Buenos primeros contactos, habilitado para jugar al primer toque, con pases cortos y en largo, y combinaciones en movimiento. Tiene una especial habilidad para filtrar el pase interior, recurso que da pie a muchísimas combinaciones y agiliza tanto la salida del balón como el movimiento para el último pase. Es capaz de zafarse de rivales en estático, pero sufre cuando se ve obligado a hacerlo en conducción. Probablemente el recurso que más especial le hace es la velocidad de pensamiento y de ejecución: en espacios cortos, donde la presión tan cercana del rival da poco tiempo a los jugadores involucrados, su toma de decisiones y ejecución es tan rápida como efectiva, permitiendo a sus compañeros salir con balón controlado en situaciones difíciles. Zurdo cerrado, su disparo es potente y bien dirigido, así como sus lanzamientos a balón parado, lances donde es un peligro para el rival, sea en centros al área, o en lanzamiento a portería.


TIPOLOGIA DE JUEGO


En la posición en la que más ha jugado en esta temporada, y donde ha “explotado”  ha sido de mediocentro. En realidad, no se puede decir que haya sido un doble pivote canónico: en el ideal 4-2-3-1 del Borussia Dortmund existen las figuras del mediocentro + acompañante (que podríamos denominar box-to-box o interior). Sí es cierto que Sven Bender tiende a tener menos peso en la salida de balón (en parte lógico, sin ser un futbolista malo técnicamente, comete errores flagrantes de vez en cuando, achacables a faltas de concentración), o que es Sahin el futbolista que tiene más libertad para encimar al rival en la presión, pero las tareas se reparten de un modo mucho más equitativo que en otras parejas. Así, podemos ver a Sahin actuando como mediocentro en la base de algunas jugadas, efectuando el 1º pase, mientras que en otra recibe como interior. Entre Bender y él, es quien tiene más libertad para salir hacia arriba, y a partir de ahí Sahin siempre juega de cara a portería rival, por detrás del balón, sirviendo como apoyo para la línea de 3 situada en frente, y siendo amenaza siempre en segundas jugadas. En conclusión, sí podríamos, técnicamente, decir que Sahin suele cumplir más como interior y Bender como mediocentro, pero son muchas las ocasiones en las que la línea entre ambos roles en el Dortmund puede parecer difusa. En cualquier caso, cuando no recibe el 1º pase de los defensas, Sahin se mueve por todo lo ancho del campo para recibir, y a su ya comentada habilidad técnica, suma unalectura del partido magnífica. En ese sentido, sus elecciones parecen de mediocentro experimentado, pese a que inicialmente saltara a la élite como trescuartista: a su antojo, y en general acertadamente, acelera la pelota, u opta por tranquilizar la posesión y envía al lado débil buscando la organización posicional con balón. No es un llegador continuo, machacador, pero sí profundo. Defensivamente, y estando ya dicho que es un futbolista difícil de rebasar, más por empeño que por técnica defensiva, sufre posicionalmente en la transición defensiva.


EXTRA: SAHIN EN EL REAL MADRID


Quizá la mayor incógnita respecto a Nuri Sahin ahora mismo sea su papel a partir de ahora, y sobre todo, si está capacitado para jugar con Xabi Alonso a su lado. La respuesta, en este caso, parece clara: .  El sistema del Dortmund y el del R. Madrid son parecidos, siendo Xabi Alonso un jugador con una posición más fija, más ‘ancla’, con Khedira activando líneas de pase por delante del balón.  Con Sahin, teóricamente, en lugar de Khedira, y jugando en el perfil derecho, el Real Madrid gana, para empezar, un recurso que parecía vacante los últimos años: el perfil de interior combinativo, ágil, que pueda ser influyente tanto en la base de la jugada como en la zona de aceleración, que faltaba desde que Sneijder completara una buena temporada 2007-2008, y una opción para activar el  desaprovechado perfil derecho del juego del Real Madrid, creando una nueva vía por donde abrir la jugada, y quizá dando pie a cambios estratégicos importantes arriba (Cristiano Ronaldo partiendo desde la derecha).


En el sistema base 4-2-3-1 del Madrid, habrá dudas sobre cómo se comportará Sahin respecto al balón, y si jugará más por detrás o por delante de él. Desgraciadamente, contra el 90% de equipos, la diferencia entre Sahin, Khedira, o incluso Coentrao serán matices futbolísticos que, parece, no tendrán demasiada influencia en el lugar para el que se incline la balanza del resultado. Pero la gran pregunta es si está capacitado Sahin para jugar contra el Barcelona, y de qué forma puede influir en los partidos. Desafortunadamente, es muy pronto para hacer juicios: Sahin no ha debutado aún, y todavía quedan muchos partidos para verle en activo contra el Barcelona, pero es un recurso muy claro tanto para acompañar a Xabi Alonso en un 4-2-3-1 como para jugar junto con otro interior de largo recorrido (Coentrao-Di María), y lo único que realmente se puede decir es que esa rapidez tanto mental como de movimientos podría ser útil para superar la presión si el Barcelona ahoga el centro del campo del Real Madrid.